El divorcio se ha convertido en parte de la vida moderna; no obstante, eso no lo hace menos doloroso si llega a ocurrirte a ti. Nadie se casa pensando que su relación culminará en un divorcio, más aún cuando tomamos en cuenta que el fracaso de una relación puede ser difícil para todos los involucrados. El divorciarte puede afectar fuertemente tu salud mental por un periodo indeterminado.
Para algunas personas, el divorcio puede haberse estado gestando por bastante tiempo. La falta de intereses comunes, la letargia, la apatía, así como una falta de respeto entre la pareja incrementada a lo largo del tiempo puede indicar que la misma está compartiendo la misma casa, pero nada más. ¡Algunos incluso pueden haber pensado que su matrimonio estaba en orden hasta que un abogado los visitó con los papeles del divorcio!
Sí, la vida en pareja requiere de trabajo duro, comprensión y comunicación abierta. Si estos valores no existen, tu matrimonio está destinado a erosionarse rápidamente. Es muy fácil caer en un modo de “piloto automático”, cediendo ante la rutina e ignorando lo que sucede a tu alrededor. En algún punto puede que decidas que ya has tenido suficiente y es hora de pedir el divorcio. ¿Acaso todo esto te suena familiar?
¿Cuántos de nosotros empezamos nuestros matrimonios con una alegre melodía, solo para darnos cuenta de que la misma se desvanecía con el pasar del tiempo? Una vez que la “melodía” se ha ido, las peleas y las disputas pueden ocupar su lugar. Las miradas de exasperación y las cejas levantadas pueden convertirse en algo cotidiano y destruir tu relación poco a poco.
Nosotros podemos lidiar con estos sentimientos negativos al hablar y discutirlos serenamente, pero para algunas personas la crítica puede conducir a sentimientos de rechazo. A menudo se necesita un compromiso real para mejorar la vida matrimonial, y si esto no ocurre, la desesperación puede llevar a algunos a pensar en el divorcio como solución.
Echemos un vistazo a algunas estrategias de salud mental para aquellos que están atravesando un divorcio:
§ Cuando sea posible, comparte tus sentimientos con un amigo o persona de confianza. Siempre es bueno contar con alguien que nos ofrezca apoyo y consuelo.
De igual manera es importante recibir la ayuda de un terapeuta profesional. Un psicólogo puede brindarte un punto de vista positivo sobre la situación que estás atravesando.
§ Aprender a aceptar que tu expareja pudo haber cambiado a lo largo del tiempo puede ser un paso positivo e importante para seguir adelante con tu vida. Puede ayudarte a mirar las cosas desde un punto de vista más objetivo y a evitar que sigas acumulando heridas emocionales. El aceptar que tu anterior pareja puede ya no sentir lo mismo por ti te ayudará sanar con mayor rapidez. Trata de mantener en mente que la opinión que tu expareja tiene de ti es simplemente su punto de vista y no tiene que definir quien tú eres. Tú también puedes haber cambiado y distanciado de tu pareja con el pasar del tiempo. ¡No te culpes a ti mismo!
§ Puede ser necesario tomar decisiones rápidas concernientes a la educación, finanzas y condiciones de vida tras tu divorcio. Intenta evitar las que pueden impactar de manera negativa en tus emociones y economía personal posteriormente. Busca ayuda de otras personas que puedan tener un punto de vista más objetivo, porque ellos podrían compartir contigo información útil y valiosa.
§ Articula planes e ideas para un futuro positivo, sin importar cuan lejano parezca. Sí, el dinero es una limitante y tus hijos pueden necesitar de mucha atención, pero trata de organizar ventanas de tiempo para ti mismo. Cuida de ti mismo, incluso si eso significa solo pasear por las tardes, leer un libro, conversar con un amigo o regístrate para un curso en línea. Puede que incluso decidas hacer nuevos amigos o salir con alguien más. Es necesario que, por ahora, dejes todas tus opciones abiertas.
§ ¡Dedícate a mejorar tu calidad de vida! Puede que hayas perdido tu viejo círculo de amigos durante tu divorcio, eso es entendible porque atravesaste una situación dura y no todos pueden entenderlo. Mira lo que te ocurre como una oportunidad para hacer nuevos amigos; puede darse el caso de que conozcas a personas que te ayuden a superar tu situación actual. Otros padres, vecinos, compañeros de trabajo e incluso foros en línea y redes sociales pueden ayudarte a mejorar tu estado de ánimo. Encontrar y conectar con otros individuos que hayan estado en circunstancias similares puede brindarte apoyo y consuelo.
Mientras entras a esta nueva etapa de tu vida, no olvides en ser amable contigo mismo,
Asignar culpas no puede ser de utilidad en esta situación, especialmente si te las asignas a tu mismo. Mantén una mente abierta ante nuevas posibilidades.
¡Buena suerte en tu viaje!
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